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biOgRaFíAs. Aportes destacados

WATT, James

WATT, James

BIOGRAFÍA DE JAMES WATT: Nacido en Greenock, Escocia, fue discípulo de Joseph Black en la Universidad dGlasgow; construyó y patentó en 1769, a partir de una máquina atmosférica de Thomas Newcomen (1633-1729) y Savery de 1712, el primer motor a vapor con cámara de condensación externa de uso practico, iniciando su fabricación en 1772 en una sociedad con John Roebuck y luego en 1774 con Matthew Boulton, y siempre con cilindros verticales y movimiento alternativo para bombear agua. El primer uso fue desagotar minas inundadas, con lo que aumentó y se abarató la producción de carbón, mejorando la calidad de vida de toda la población, y luego para riego.

En 1781 desarrolló su segunda versión, de doble efecto; agregándose la corredera de apertura y cierre de válvulas en 1782, y la mejora del mecanismo biela-manivela para convertir movimiento rectilíneo alternativo en rotatorio en 1783, con lo que la máquina adquirió niveles de practicidad y confiabilidad que la hicieron servir de base motriz para máquinas textiles (Richard Arkwright) y otros dispositivos mas avanzados. La de Newcomen no había tenido difusión por tener muy bajo rendimiento.

El especial significado que tiene este desarrollo, es que nunca el hombre había contado con una máquina que le suministrara energía en forma  confiable, sin recurrir a su propia fuerza ni a la de los animales. Hacia 1800 la máquina estacionaría a vapor ya era un producto comercial, y la firma Watt & Boulton tenía, por patentes y por su habilidad comercial, casi el monopolio en toda Europa.

El precio era fijado según la cantidad de caballos que podía reemplazar, de donde salió luego el término horsepower. El constante perfeccionamiento de estos motores, dio lugar a que en 1807 Robert Fulton y en 1814 George Stephenson presentaran los primeros barcos y locomotoras, iniciando la era de las máquinas a vapor móviles en barcos y ferrocarriles, dando lugar a los mayores emprendimientos comerciales del siglo XIX.

En 1882 se designa con el nombre de Watt a la unidad de potencia, equivalente a un Joule/seg o a una corriente de un Ampere pasando por una resistencia de un Ohm.  El kwatt = 1000 watt, también equivale a 102 kgm/seg = 1,36 CV = 1,34 HP

Finalmente, George Stephenson hizo practicable la locomoción a vapor por su Roeket, que alcanzó la excepcional velocidad de 31 millas por hora en la línea de Manchester a Liverpool (1830).

Hasta llegar a la máquina de Watt, la tecnología del vapor evolucionará rápidamente y sus efectos se dejarán sentir en casi todos los aspectos de la civilización del siglo XIX. Podemos considerar una última fuente de energía, de origen químico, íntimamente ligada a la producción del vapor: la combustión del carbón, que hasta la revolución industrial se había utilizado de manera aislada, y que se convertirá en el auténtico motor de la nueva maquinaria, al ser empleado para la producción de vapor en grandes cantidades.

A través del tiempo el hombre ha tenido que esforzarse en transformar la energía que le rodea en energía útil para su trabajo: la fuerza de los animales se ha utilizado para aliviar las tareas del campo, la fuerza de los ríos y de los saltos de agua se ha convertido en energía mecánica al poner en movimiento una rueda que, con su fuerza, puede moler el grano o trasladar el agua de un nivel a otro. Los molinos han convertido la fuerza del viento en energía mecánica capaz de bombear agua. Finalmente, la energía desprendida por el carbón en el proceso de la combustión se ha invertido en la formación de vapor, y el vapor, a su vez, ha utilizado su fuerza expansiva para mover barcos o ferrocarriles.

La expansión de la minería y de la industria siderúrgica, dos piezas fundamentales de la revolución industrial, recibió un enorme impulso gracias a la invención y fabricación de las máquinas de vapor. Uno de los problemas clásicos de la mineria era el drenaje o extracción del agua de las minas, resuelto con norias y diversos sistemas de bombeo. La siderurgia empleaba también la energía hidráulica para mover los fuelles. Pero las ruedas hidráulicas tenían el inconveniente de que las industrias debían situarse cerca de los ríos. La máquina de vapor resolvió el problema de la energía.

Tomado de: http://www.portalplanetasedna.com.ar/maquinavapor.htm

JOULE, James Prescott

JOULE, James Prescott

(Salford, Reino Unido, 1818 - Sale, id., 1889). Físico británico, a quien se le debe la teoría mecánica del calor, y en cuyo honor la unidad de la energía en el sistema internacional recibe el nombre de Julio.

James Prescott Joule nació en el seno de una familia dedicada a la fabricación de cervezas. De carácter tímido y humilde, recibió clases particulares en su propio de hogar de física y matemáticas, siendo su profesor el químico británico John Dalton; compaginaba estas clases con su actividad profesional, trabajando junto a su padre en la destilería, la cual llegó a dirigir. Dalton le alentó hacia la investigación científica y realizó sus primeros experimentos en un laboratorio cercano a la fabrica de cervezas, formándose a la vez en la Universidad de Manchester.

Joule estudió aspectos relativos al magnetismo, especialmente los relativos a la imantación del hierro por la acción de corrientes eléctricas, que le llevaron a la invención del motor eléctrico. Descubrió también el fenómeno de magnetostricción, que aparece en los materiales ferromagnéticos, en los que su longitud depende de su estado de magnetización.

ero el área de investigación más fructífera de Joule es la relativa a las distintas formas de energía: con sus experimentos verifica que al fluir una corriente eléctrica a través de un conductor, éste experimenta un incremento de temperatura; a partir de ahí dedujo que si la fuente de energía eléctrica es una pila electroquímica, la energía habría de proceder de la transformación llevada a cabo por las reacciones químicas, que la convertirían en energía eléctrica y de esta se transformaría en calor. Si en el circuito se introduce un nuevo elemento, el motor eléctrico, se origina energía mecánica. Ello le lleva a la enunciación del principio de conservación de la energía, y aunque hubo otros físicos de renombre que contribuyeron al establecimiento de este principio como Meyer, Thomson y Helmholtz, fue Joule quien le proporcionó una mayor solidez.

En 1840 Joule publicó Producción de calor por la electricidad voltaica, en la que estableció la ley que lleva su nombre y que afirma que el calor originado en un conductor por el paso de la corriente eléctrica es proporcional al producto de la resistencia del conductor por el cuadrado de la intensidad de corriente. En 1843, después de numerosos experimentos, obtuvo el valor numérico del equivalente mecánico del calor, que concluyó que era de 0,424 igual a una caloría, lo que permitía la conversión de las unidades mecánicas y térmicas; este es un valor muy similar al considerado actualmente como de 0,427. De ese modo quedaba firmemente establecida la relación entre calor y trabajo, ya avanzada por Rumford, que sirvió de piedra angular para el posterior desarrollo de la termodinámica estadística. En estos trabajos Joule se basaba en la ley de conservación de la energía, descubierta en 1842.

A pesar de que en 1848 ya había publicado un articulo refrene a la teoría cinética de los gases, donde por primera vez se estimaba la velocidad de las moléculas gaseosas, abandonó su linea de investigación y prefirió convertirse en ayudante de William Thomson (Lord Kelvin), y, como fruto de esta colaboración, se llegó al descubrimiento del efecto Joule-Thomson, según el cual es posible enfriar un gas en expansión si se lleva a cabo el trabajo necesario para separar las moléculas del gas. Ello posibilitó posteriormente la licuefacción de los gases y llevó a la ley de la energía interna de un gas perfecto, según la cual la energía interna de un gas perfecto es independiente de su volumen y dependiente de la temperatura.

Tomado de: http://www.biografiasyvidas.com/biografia/j/joule.htm

KIRCHHOFF, Gustav Robert

KIRCHHOFF, Gustav Robert

Físico alemán que elaboró la teoría relativa a las redes eléctricas y fue precursor de la espectroscopia.

Nace el 12 de marzo de 1824 en Königsberg. Estudia en la universidad de la ciudad natal, fue profesor de la universidad de Breslau a partir de 1850, y posteriormente, en 1854, de la Hiedelberg y a partir de 1875 de la de Berlín, en cuya ciudad además es miembro de la Academia de las Ciencias. Sufre un accidente que le obliga a moverse mediante una silla de ruedas, pero esto no le impide continuar con su actividad investigadora, que se centra en campos diversos de la física como son la electricidad y la física radiactiva.

En 1847, cuando aún estaba estudiando, formula matemáticamente las denominadas leyes de Kirchhoff en su honor, relativas a la derivación de las corrientes eléctricas en redes de conductores de diferentes resistencias. Mediante ellas, es posible en una red de conductores, determinar los valores de la intensidad y de la tensión en cualquiera de sus puntos; son dos leyes que se enuncian así:

1. ley correspondiente a los nudos: en todo nudo de un circuito, la suma de las intensidades entrantes es igual a la suma de las corrientes salientes.

2. ley correspondiente a las mallas: en un circuito cerrado de una red, la suma del conjunto de tensiones es igual al sumatorio de las caídas de tensión debidas a las resistencias.

Sus aportaciones a la electricidad no terminan con estas leyes, pues más adelante demuestra que en un conductor de resistencia nula, una corriente oscilante se propaga a la velocidad de la luz.

Colabora con Robert Wilhelm Bunsen durante su estancia en Hiedelberg, con quien mantiene una buena amistad, y juntos idean el espectroscopio, como consecuencia de sus trabajos relativos a la obtención de las rayas características de los elementos químicos. Este análisis espectral llevo a Bunsen al descubrimiento de dos nuevos elementos el cesio (1860) y el rubidio (1861). Ellos parten del hecho de que el vapor de cualquier elemento químico que se encuentre sometido a la acción de las llamas, origina la aparición de rayas espectrales características como consecuencia de la descomposición espectral de la luz; y el aparato capaz de llevarlo a cabo será el conocido como espectroscopio, el cual muestra el aspecto de la llama que se proyecta sobre un fondo en el cual figura una escala de longitudes de onda con el objeto de facilitar la localización de las rayas espectrales. La llama empleada en sus experimentos es la procedente del mechero inventado por Bunsen que carecía de color prácticamente.

La creación de este análisis espectral dio lugar a la aparición de la ciencia de la Astrofísica, pues él centra sus estudios en el Sol, concluyendo que los elementos que hay en el universo son los mismos que existen en la Tierra. Observa que las líneas espectrales oscuras de Fraunhofer, detectadas en los rayos solares, se intensifican cuando pasa la luz del Sol a través de la llama del mechero; a través de tales observaciones demuestra que la actualmente denominada ley de emisión de Kirchhoff-Clausius, según la cual a una misma temperatura, en todos cuerpos, es idéntica la proporción existente entre las potencialidades de emisión y absorción de radicación de una determinada longitud de radicación de onda.

Así, las características de los espectros que se obtienen en un laboratorio coincidirá con las de los distintos astros. Partiendo de esta hipótesis afirma, en 1861, que en el Sol habría elementos como el sodio, el calcio, el cinc, el cobre, el magnesio, etc., que también están presentes en la corteza terrestre. Con todas sus conclusiones elabora un mapa del espectro solar que se imprime en cuatricromía previo encargo de la Academia de las Ciencias de Berlín.

Todo ello le lleva también a elaborar el concepto de cuerpo negro, al analizar su radiación y afirma que un cuerpo negro calentado hasta la incandescencia emite todas las longitudes de onda. Después este punto se convirtió en el eje central de al teoría cuántica.

Muere el 17 de octubre de 1887 en Berlín.

Tomado de: http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=kirchhoff-gustav-robert

HERTZ, Henry

HERTZ, Henry

Heinrich Rudolf Hertz (22 de febrero de [[1857], físico alemán por el cual se nombra al hercio, la unidad de frecuencia del Sistema Internacional de unidades (SI). En 1888, fue el primero en demostrar la existencia de la radiación electromagnética construyendo un aparato para producir ondas de radio.

Hertz nació en Hamburgo, Alemania, de una familia judía que se había convertido al cristianismo. Su padre era consejero en Hamburgo, su madre la hija de un médico.

Mientras estudiaba en la Universidad de Berlín, demostró aptitudes tanto para las ciencias como para las lenguas, aprendiendo árabe y sánscrito. Estudió ciencias e ingeniería en las ciudades alemanas de Dresde, Múnich y Berlín. Fue estudiante de Gustav Kirchhoff y Hermann von Helmholtz.

Obtuvo su doctorado en 1880 y continuó como alumno de Helmholtz hasta 1883, año en el que es nombrado profesor de física teórica en la Universidad de Kiel. En 1885 se trasladó a la universidad de Karlsruhe, donde descubrió las ondas electromagnéticas.

A partir del experimento de Michelson en 1881 (precursor del experimento de Michelson y Morley en 1887), que refutó la existencia del éter luminífero, Hertz reformuló las ecuaciones de Maxwell para tomar en cuenta el nuevo descubrimiento. Probó experimentalmente que las señales eléctricas pueden viajar a través del aire libre, como había sido predicho por James Clerk Maxwell y Michael Faraday.

También descubrió el efecto fotoeléctrico (que fue explicado más adelante por Albert Einstein) cuando notó que un objeto cargado pierde su carga más fácilmente al ser iluminado por la luz ultravioleta.

Murió de septicemia a la edad de 36 años en Bonn, Alemania. Su sobrino Gustav Ludwig Hertz fue ganador del premio Nobel, y el hijo de Gustav, Carl Hellmuth Hertz, inventó la ultrasonografía médica.

Tomado de: http://biografiadehenryherz.blogspot.com/2009/07/biografia-de-henry-hertz.html

TESLA, Nikola

TESLA, Nikola

Ideas asombrosas de Tesla

Una de las razones por las que Tesla ha permanecido sin ser reconocido como científico es que sus ideas eran tan brillantes que estaban muy adelantadas a su tiempo. Estos son algunos ejemplos:

Tesla descubrió el principio del radar, el microscopio electrónico y el horno de microondas. Edison calificó de “ridícula” la idea de radar, de manera que hubo que esperar 25 años para que fuera inventada oficialmente.

En 1898 mostro la primera maquina de control remoto, iniciando así la ciencia de la robótica.

Fue el primer hombre en recibir señales de radio procedentes del espacio exterior. La prensa lo tildó de “loco” por esta afirmación. Los radiotelescopios dela actualidad han permitido verificar que efectivamente recibió señales de estrellas distantes.

Produjo el primer y hasta hoy el mas grande relámpago artificial. Media 40 metros de largo.

Diseñó un motor de turbina que utilizaba discos en lugar de alabes. Cuando se le construye con materiales modernos, este sigue siendo unos de los mejores motores jamás diseñados.

Afirmó que uno de sus experimentos revelaba la existencia de partículas con carga menor que la de un electrón. En la actualidad estas partículas se conocen como “Quarks” y fueron descubiertas en 1977.

Predijo los misiles actuales al advertir que algún día habría aviones sin alas que llevarían explosivos y serian guiados por control remoto hasta caer en territorio enemigo.

 

Biografía

Nikola Tesla nació en el pueblo de Smiljan en la Frontera Militar austrohúngara, se educó en Graz y posteriormente en Praga donde estudió ingeniería eléctrica. Dueño de una brillante inventiva, tuvo su primer trabajo en 1882 en la sede parisiense de las empresas Edison y luego en Estrasburgo, Austria, en donde, en sus horas libres, desarrolló el primer motor de inducción.

En 1884, con muy poco dinero (en su biografía cuenta que desembarcó con sólo 4 centavos en sus bolsillos) emigró a los Estados Unidos para intentar una carrera. En Nueva York comenzó casi de inmediato a trabajar en los laboratorios de Thomas Edison en donde terminó de desarrollar muchos de los trabajos sobre los que el máximo inventor norteamericano trabajaba hacia muchos años. La capacidad inventiva de Tesla y los celos profesionales de Edison hicieron que la relación entre ambos terminara con el despido de Tesla.

Pero Tesla no se rindió y comenzó a juntar fondos para armar su propio laboratorio. Allí desarrolló el primer sistema de corriente alterna (AC), una forma mucho más sencilla y segura de utiliar la electricidad que el método continuo propuesto por Edison.

En 1884 se traslada a Nueva York, creando su propia compañía en 1886 tras romper con Edison. En 1893 consiguió transmitir energía electromagnética sin cables, construyendo el primer radiotransmisor (adelantándose a Guglielmo Marconi). Ese mismo año en Chicago, se hizo una exhibición pública de la AC (corriente alterna), demostrando su superioridad sobre la corriente continua (DC) de Edison. Tesla presenta la patente correspondiente en 1897, dos años después de que Marconi lograra su primera transmisión de radio. No obstante, Marconi registra su patente recién el 10 de noviembre de 1900 y es rechazada por ser considerada una copia de la patente de Tesla. Se incia un litigio entre la compañía de Marconi y Tesla. Tras recibir el testimonio de numerosos científicos destacados, la Suprema Corte de los Estados Unidos de América falla a favor de Tesla en 1943. Pero la mayoría de los libros mencionan a Marconi como el inventor de la radio.

A finales del siglo XIX, Tesla demostró que usando una red eléctrica resonante, y usando lo que en aquél tiempo se conocía como "corriente alterna de alta frecuencia" (hoy se considera de baja frecuencia), sólo se necesitaba un conductor para alimentar un sistema eléctrico, sin necesidad de otro metal ni un conductor de tierra. Tesla llamó a este fenómeno la "transmisión de energía eléctrica a través de un único cable sin retorno". Tesla afirmó en 1901: "Hace unos diez años, reconocí el hecho de que para transportar corrientes eléctricas a largas distancias no era en absoluto necesario emplear un cable de retorno, sino que cualquier cantidad de energía podría ser transmitida usando un único cable. Ilustré este principio mediante numerosos experimentos que, en su momento, generaron una atención considerable entre los hombres de ciencia."

Un amigo que trabajaba en la empresa de electricidad de Colorado Springs, lo convenció en 1899 para que se trasladase a esa localidad y también persuadió a los dueños de la compañía generadora para que proveyeran a Tesla de energía sin costo. Allí, comenzó a trabajar en una torre de transmisión de energía de 60 metros de alto denominada “la bobina de Tesla”, con la cual pretendió demostrar que podía proveer de electricidad a una gran cantidad de aparatos sin necesidad de cables transmisores. Su primer experimento fue un éxito. 200 lámparas de luz se encendieron a cierta distancia de la torre. El método de Tesla fue transmitir una onda de frecuencia a través de la tierra para hacer llegar la energía a las lámparas situadas a 40 kilómetros de la torre.

El inventor tenía una predisposición muy grande a la teatralidad para presentar sus experimentos. Por ejemplo, mostró como un tubo al vacío relleno con ciertos gases se iluminaba cuando se lo acercaba a una campo electromagnético. Los tubos que presentó estaban doblados de manera de formar los nombres de renombrados científicos especialmente invitados para esa oportunidad. Esta forma de iluminación es lo que luego fue desarrollado como tubo fluorescente, ampliamente utilizado en la actualidad.

Pasó el tiempo y Tesla debió recurrir al gobierno para tratar de financiar sus ideas. Basándose en los experimentos de la “Bobina de Tesla”, presentó un proyecto para construir un artefacto capaz de lanzar un rayo electromagnético a miles de millas de distancia “capaz de derribar aviones a 400 kilómetros de distancia”. Corrían entonces los primeros años de la primera guerra mundial y Tesla vio entonces la oportunidad de sumarse al esfuerzo de rearme de los Estados Unidos. También presentó una serie de planos para construir lanchas torpederas a control remoto, asegurando que de haber contado con ellas, durante la guerra contra España, Estados Unidos hubiera ganado la guerra en solo una tarde sin perder un solo hombre en la contienda.

Las propuestas de Tesla fueron ignoradas y entonces el inventor recibió un pedido de la Armada Alemana para desarrollar un nuevo sistema de propulsión eléctrico, que se supone fue la base para el desarrollo de los motores que utilizaron luego los alemanes en sus submarinos durante la segunda guerra mundial. Pero el ingreso de Estados Unidos en la guerra y le peligro de ser acusado de traición hizo que Tesla cortar su relación con los alemanes.

corriente alterna
Nikola Tesla y su torre de Wardenclyffe situada en Shoreham, Long Island, Nueva York: el quebranto económico no le permitió completar la construcción de Wardenclyffe y lo privaron de su meta de entregar a la Humanidad toda, la energía necesaria, totalmente gratis

Por medio de una carta, se dirigió al entonces presidente Wilson revelando poseer un rayo capaz de destruir grandes extensiones de tierra. Denominó a su invento “el rayo de la muerte”. De acuerdo con su carta, ya había logrado resultados concretos que demostraban el enorme poder destructivo de su arma y ponía como condición para su entrega que fuera utilizado solamente con fines defensivos. Reveló, además, que durante 1908, mientras su amigo Robert Peary intentaba llegar al Polo Norte, envió uno de sus rayos para que cayera al oeste de donde este se encontraba. De acuerdo con los registros que obran en la Fundación Tesla, envió un críptico telegrama a Peary en el que le anunciaba que recibiría una inequívoca señal de Tesla mientras se encontraba de camino al Polo.

Peary volvió sin haber percibido nada anormal. Pero el mismo día que Peary conquistaba el Polo, una devastadora y todavía inexplicada explosión sacudió a la zona de Tunguska, en Siberia, Rusia. Cerca de 3.000 kilómetros cuadrados de bosque fueron barridos por una explosión que se calcula tuvo el poder equivalente a una bomba atómica de 50 megatones. Nunca se dio una explicación convincente al suceso, ya que jamás se encontraron restos de algún meteorito, cráter u otro factor capaz de explicar semejante devastación. La explosión subsiguiente fue oída a 620 millas de distancia del lugar.

En su carta al presidente, Tesla sugería que su rayo había sido el culpable de esa explosión y, debido a errores en sus cálculos, el estallido se había producido en una zona alejada de sus planes. Escribió que el enterarse del peligro que encerraba su invento, decidió desarmar la maquina hasta que estuviesen dadas las condiciones para que sea debidamente comprendida, pero que, debido al estado desbocado de la guerra, se ofrecía a rearmar para recuperar el equilibrio mundial.

invenciones

La carta fue recibida por un secretario de la presidencia y nunca llegó a su destino. Más tarde Tesla hizo un nuevo intento y sobre el final de la guerra propuso un haz de ondas electromagnéticas para detectar aviones y submarinos a distancia, pero su eterno competidor, Thomas Edison, recomendó desechar la idea por inviable. Años más tarde los británicos desarrollaron el sistema y lo denominaron radar, el que, luego, fue adaptado para operar en las profundidades y sirvió para desarrollar los sonares modernos.

Condenado a ser tratado como un marginal de las ciencias, Tesla acabó sus años amargado y tratando de subvencionar sus experimentos con lo poco que recibía de múltiples patentes desarrolladas a lo largo de su prolífica carrera. Pero la suma de la envidia y las burlas le impidieron recuperar el prestigio y el respeto de los que gozó al principio de sus días. En un último intento por aportar con sus inventos a la humanidad, envió reproducciones de los planos de su “rayo de la muerte” a los gobiernos de Estados Unidos, Francia, Rusia y del Reino Unido, con la idea que con semejante poder destructivo en manos de todas las potencias se lograría un equilibrio capaz de traer una nueva época de prosperidad y paz a la humanidad.

Enfermo debido a su continua exposición a intensos campos electromagnéticos, Tesla murió durante 1943 tratando en vano de aportar con sus ideas al esfuerzo norteamericano para derrotar la maquinaria bélica del eje. A modo de reconocimiento final a su carrera, ese mismo año, la Corte Suprema de los Estados Unidos falló a favor de Tesla al indicar que las patentes presentadas por el serbio eran décadas anteriores a las de Marconi y contenían todos los principios teóricos necesarios para desarrollar la radio.

Sus obras sacaron a la humanidad del primitivismo y dieron al hombre una libertad tecnológica que nadie pensaba se podía lograr. Lamentablemente, la avaricia ajena y los prejuicios de su época entorpecieron su gran proyecto, su meta altruista que hubiera permitido a toda la Humanidad contar con energía gratuita y permanente en todos los rincones del planeta.


Al día siguiente a su muerte todas sus notas y los aparatos de sus laboratorios fueron retirados por agentes del gobierno y hasta la fecha continúan protegidos por el secreto de estado. Noticias recientes indican que ninguna de las potencias que recibieron los planos del “rayo de la muerte” dejó de tomar en serio al invento de Tesla.

Estados Unidos fue el primer país en presentar en público un rayo acelerador de partículas (principio desarrollado por Tesla en la década de 1920) como parte de su esfuerzo por crear un sistema de defensa antimisiles basado en el espacio durante la década de 1980/90. Además, a través del proyecto HAARP ese país estudia la posibilidad de calentar ciertas áreas de la atmósfera a fin lograr un control climático sobre algunas áreas del planeta. Este proyecto está íntegramente basado en los experimentos de Tesla para transmitir energía a distancia.

Rusia pareciera poseer un rayo electromagnético cuyos efectos son muy similares a los que Tesla describe que puede provocar su rayo. En 1987, el líder de la ultraderecha ruso, Valentín Shirinovsky, amenazó a occidente con utilizar “el rayo de la muerte” capaz de destruir todas las fuerzas de la OTAN que operaban contra serbia durante la crisis de los Balcanes. Fuentes de la inteligencia occidental se apresuraron a desmentir que existiera un arma semejante, pero la prensa rusa dio a conocer algunos documentos que revelaban que la ex Unión Soviética poseía ese rayo desde la década del cincuenta. La ironía del destino quiso que el ruso amenazar con usar por primera vez el arma en la tierra que vio nacer a su mentor.

El tiempo pasó y Tesla poco a poco comienza a ser reconocido como uno de los mayores inventores de la época moderna, un poco tarde quizás para alguien que planteó la utopía de utilizar la energía como un método para alcanzar un mayor grado de bienestar y equidad en la humanidad. Su pelea con Edison y sus intentos por pasar por encima de las reglas del capitalismo mercantilista le valieron el oprobio de los empresarios y la ignorancia activa de los funcionarios del país que adoptó como suyo en 1891. Su doble condición de extranjero y utópico del futuro lo relegaron a un lugar de olvido. Hoy, un grupo cada vez mayor de gente indaga sobre la vida y obra de este genio incomprendido, cuyo mayor mérito fue conjugar el conocimiento con la sensibilidad hacia la humanidad.



Nicola Tesla
fue una de las mentes más brillantes de la historia de la humanidad. Sin embargo, los logros de este inventor fueron ensombrecidos por su contemporáneo Thomas Edison y por una sociedad que no quiso honrar a un extranjero capaz de opacar la capacidad inventiva de su máximo héroe científico. Sin embargo, su obra abarca más de 700 patentes que incluyen las bases del sistema de televisión, la radio, el microondas y el polémico sistema de defensa estadounidense conocido como "la guerra de las galaxias".

Tesla era una gran mente para la ciencia. Algunos de sus estudios nadie podía descifrarlos debido a su enorme capacidad inductiva. Para la mayoría de sus proyectos ideaba los documentos de cabeza, le bastaba con tener la imagen de dicho objeto sin saber cómo funcionaba, simplemente lo elaboraba sin saber que podía suponer un gran avance para la humanidad.

Es muy conocida su enemistad con Thomas Edison. Después de trabajar varios meses mejorando los diseños de los generadores de corriente continua, y mientras le brindaba varias patentes que Edison registraba como propias, este se negó a pagarle los 50.000 dólares que le había prometido si tenía éxito (y usando las mejoras gratis), aduciendo que se trató de una "broma americana", e incluso se negó a subirle el sueldo a 25 dólares a la semana. Edison inventó la silla eléctrica que emplea corriente alterna (desarrollada por Tesla) en lugar de corriente continua -de la que él era el impulsor- para así dar mala fama al invento del europeo.

Se dice que Nikola Tesla no hacía planos, sino que lo memorizaba todo. También se dice que sólo dormía tres horas al día. Buena parte de la etapa final de su vida la vivió absorto con el proceso judicial que entabló en lo relativo a la invención de la radio, que se disputaba con Guglielmo Marconi, pues Tesla había inventado un dispositivo similar al menos 15 años antes. En la década de los sesenta el Tribunal Supremo de los Estados Unidos dictaminó que la patente relativa a la radio era legítimamente propiedad de Tesla, reconociéndolo de forma legal como inventor de ésta, si bien esto no trascendió a la opinión pública, que sigue considerando a Marconi como su inventor.

Según ciertos rumores, a medida que envejecía se hacía más y más excéntrico; al final de su vida vivía constantemente en hoteles, de los cuales se marchaba (en busca de otro nuevo) cuando no podía pagar la abultada cuenta. Periódicamente convocaba a la prensa para presentar algunos de sus inventos, a cuál más excéntricos: por ejemplo propuso iluminar parte del desierto del Sahara para que los marcianos comprobasen que la Tierra estaba habitada y contenía seres inteligentes. En sus últimos años vivió solo, huraño y desconfiado. En otra oportunidad dijo poseer un rayo capaz de crear ondas de frecuencia capaces de “partir a la tierra en dos como si se tratase de una manzana”.

Los dueños de las empresas que siempre lo habían escuchado, vieron en él un peligroso visionario capaz de entregar energía gratuita a todos los ciudadanos, poco a poco comenzaron a darle la espalda. Otros, que tomaron partido a favor de Edison en su lucha contra el inventor serbio, se sumaron a la larga fila de personas dispuestas a opinar que se trataba de un personaje cercano a la locura y el desvarío.


Tomado de: http://www.taringa.net/posts/info/2003138/Nikola-Tesla-biografia-y-vida-de-un-genio.html

EDISON, Thomas Alva

EDISON, Thomas Alva

(Milan, 1847 - West Orange, 1931) Inventor norteamericano, el más genial de la era moderna. Su madre logró despertar la inteligencia del joven Edison, que era alérgico a la monotonía de la escuela. El milagro se produjo tras la lectura de un libro que ella le proporcionó titulado Escuela de Filosofía Natural, de Richard Green Parker; tal fue su fascinación que quiso realizar por sí mismo todos los experimentos y comprobar todas las teorías que contenía. Ayudado por su madre, instaló en el sótano de su casa un pequeño laboratorio convencido de que iba a ser inventor.

A los doce años, sin olvidar su pasión por los experimentos, consideró que estaba en su mano ganar dinero contante y sonante materializando alguna de sus buenas ocurrencias. Su primera iniciativa fue vender periódicos y chucherías en el tren que hacía el trayecto de Port Huron a Detroit. Había estallado la Guerra de Secesión y los viajeros estaban ávidos de noticias. Edison convenció a los telegrafistas de la línea férrea para que expusieran en los tablones de anuncios de las estaciones breves titulares sobre el desarrollo de la contienda, sin olvidar añadir al pie que los detalles completos aparecían en los periódicos; esos periódicos los vendía el propio Edison en el tren y no hay que decir que se los quitaban de las manos. Al mismo tiempo, compraba sin cesar revistas científicas, libros y aparatos, y llegó a convertir el vagón de equipajes del convoy en un nuevo laboratorio. Aprendió a telegrafiar y, tras conseguir a bajo precio y de segunda mano una prensa de imprimir, comenzó a publicar un periódico por su cuenta, el Weekly Herald.

En los años siguientes, Edison peregrinó por diversas ciudades desempeñando labores de telegrafista en varias compañías y dedicando su tiempo libre a investigar. En Boston construyó un aparato para registrar automáticamente los votos y lo ofreció al Congreso. Los políticos consideraron que el invento era tan perfecto que no cabía otra posibilidad que rechazarlo. Ese mismo día, Edison tomó dos decisiones. En primer lugar, se juró que jamás inventaría nada que no fuera, además de novedoso, práctico y rentable. En segundo lugar, abandonó su carrera de telegrafista. Acto seguido formó una sociedad y se puso a trabajar.

Perfeccionó el telégrafo automático, inventó un aparato para transmitir las oscilaciones de los valores bursátiles, colaboró en la construcción de la primera máquina de escribir y dio aplicación práctica al teléfono mediante la adopción del micrófono de carbón. Su nombre empezó a ser conocido, sus inventos ya le reportaban beneficios y Edison pudo comprar maquinaria y contratar obreros. Para él no contaban las horas. Era muy exigente con su personal y le gustaba que trabajase a destajo, con lo que los resultados eran frecuentemente positivos.

A los veintinueve años cuando compró un extenso terreno en la aldea de Menlo Park, cerca de Nueva York, e hizo construir allí un nuevo taller y una residencia para su familia. Edison se había casado a finales de 1871 con Mary Stilwell; la nota más destacada de la boda fue el trabajo que le costó al padrino hacer que el novio se pusiera unos guantes blancos para la ceremonia. Ahora debía sostener un hogar y se dedicó, con más ahínco si cabe, a trabajos productivos.

Su principal virtud era sin duda su extraordinaria capacidad de trabajo. Cualquier detalle en el curso de sus investigaciones le hacía vislumbrar la posibilidad de un nuevo hallazgo. Recién instalado en Menlo Park, se hallaba sin embargo totalmente concentrado en un nuevo aparato para grabar vibraciones sonoras. La idea ya era antigua e incluso se había logrado registrar sonidos en un cilindro de cera, pero nadie había logrado reproducirlos. Edison trabajó día y noche en el proyecto y al fin, en agosto de 1877, entregó a uno de sus técnicos un extraño boceto, diciéndole que construyese aquel artilugio sin pérdida de tiempo. Al fin, Edison conectó la máquina. Todos pudieron escuchar una canción que había entonado uno de los empleados minutos antes. Edison acababa de culminar uno de sus grandes inventos: el fonógrafo. Pero no todo eran triunfos. Muchas de las investigaciones iniciadas por Edison terminaron en sonoros fracasos. Cuando las pruebas no eran satisfactorias, experimentaba con nuevos materiales, los combinaba de modo diferente y seguía intentándolo.

En abril de 1879, Edison abordó las investigaciones sobre la luz eléctrica. La competencia era muy enconada y varios laboratorios habían patentado ya sus lámparas. El problema consistía en encontrar un material capaz de mantener una bombilla encendida largo tiempo. Después de probar diversos elementos con resultados negativos, Edison encontró por fin el filamento de bambú carbonizado. Inmediatamente adquirió grandes cantidades de bambú y, haciendo gala de su pragmatismo, instaló un taller para fabricar él mismo las bombillas. Luego, para demostrar que el alumbrado eléctrico era más económico que el de gas, empezó a vender sus lámparas a cuarenta centavos, aunque a él fabricarlas le costase más de un dólar; su objetivo era hacer que aumentase la demanda para poder producirlas en grandes cantidades y rebajar los costes por unidad. En poco tiempo consiguió que cada bombilla le costase treinta y siete centavos: el negocio empezó a marchar como la seda.

Su fama se propagó por el mundo a medida que la luz eléctrica se imponía. Edison, que tras la muerte de su primera esposa había vuelto a casarse, visitó Europa y fue recibido en olor de multitudes. De regreso en los Estados Unidos creó diversas empresas y continuó trabajando con el mismo ardor de siempre. Todos sus inventos eran patentados y explotados de inmediato, y no tardaban en producir beneficios sustanciosos. Entretanto, el trabajo parecía mantenerlo en forma. Su única preocupación en materia de salud consistía en no ganar peso. Era irregular en sus comidas, se acostaba tarde y se levantaba temprano, nunca hizo deporte de ninguna clase y a menudo mascaba tabaco. Pero lo más sorprendente de su carácter era su invulnerabilidad ante el desaliento. Ningún contratiempo era capaz de desanimarlo.

En los años veinte, sus conciudadanos le señalaron en las encuestas como el hombre más grande de Estados Unidos. Incluso el Congreso se ocupó de su fama, calculándose que Edison había añadido un promedio de treinta millones de dólares al año a la riqueza nacional por un periodo de medio siglo. Nunca antes se había tasado con tal exactitud algo tan intangible como el genio. Su popularidad llegó a ser inmensa. En 1927 fue nombrado miembro de la National Academy of Sciences y al año siguiente el presidente Coolidge le hizo entrega de una medalla de oro que para él había hecho grabar el Congreso. Tenía ochenta y cuatro años cuando un ataque de uremia abatió sus últimas energías.

 

Tomado de: http://www.biografiasyvidas.com/biografia/e/edison.htm

LORENTZ, Hendrik Antoon

LORENTZ, Hendrik Antoon

Este holandés hijo de un granjero es indudablemente uno de los grandes físicos teóricos de la historia no ya sólo por sus numerosas aportaciones científicas sino también por su dedicación y esfuerzo en pos del progreso de la física y de su enseñanza. En este último campo resultan destacables los hechos de que se ocupó de que los médicos recibieran durante mucho tiempo una apropiada formación en física, hasta el punto de que en los últimos años de su vida fue nombrado Doctor honoris causa en medicina, y que incluso después de ser jubilado a la edad de setenta años de su puesto en la Universidad de Leyden (como marcaba la ley) continuó impartiendo en la misma cursos hasta pocas semanas antes de su muerte.

Trabajador incansable y persona propensa a la meditación solitaria y poco dada al trabajo en equipo, Lorentz fue el primero en emplear el término electrón, aunque en un principio para designar a las partículas elementales, introduciendo las teorías atomistas en la teoría de Maxwell y creando modelos que explicaran la interacción entre la radiación y la materia, convencido de que esta última tenía una estructura atómica. Fruto de estos trabajos enmarcó la teoría de Maxwell en una teoría microscópica del electromagnetismo considerando los campos existentes en el interior de la materia en los espacios vacíos entre las partículas. Todo ésto le llevó al que sería uno de los mayores éxitos de su carrera como físico teórico, la predicción exacta del efecto Zeeman normal por el cual recibió el premio Nobel de Física en 1902 junto con Pieter Zeeman, es decir por el efecto de un campo magnético uniforme sobre las rayas espectrales. Resulta curioso que el efecto Zeeman normal descrito por Lorentz es el menos habitual, teniéndose que enmarcar su estudio dentro de las teorías cuánticas de la radiacción y que por azar coincide en sus resultados con los obtenidos clásicamente por Lorentz.

Sin duda alguna el nombre de Lorentz nos resulta familiar sobre todo por la transformación de Lorentz-Einstein de aplicación en relatividad especial al cambiar de sistema de referencia. Para explicar el resultado negativo del experimento de Michelson-Morley Lorentz se adhirió a la hipótesis del inglés Fitzgerald según la cual todo cuerpo en movimiento en el éter sufriría una contracción longitudinal. Lorentz introdujo la idea de tiempo local como artificio matemático para trabajar con dicha contracción fruto de las tensiones internas producidas por el movimiento del cuerpo en el éter. Éste tiempo local como artificio matemático sería dotado por Einstein poco después de un sentido físico claro al abandonar el concepto de tiempo absoluto newtoniano. Lorentz fue siempre un físico clásico manteniendo sus reservas hacia las ideas de Einstein pero realizando un trabajo fundamental en el desarrollo de las mismas. La idea clásica de la física que tenía se vió más claramente con el advenimiento de las teorías cuánticas resistiéndose a admitir la muerte del determinismo y la introducción de conceptos nuevos como la cuantización de la energía o el hecho de que la posición y el momento de una partícula se convirtieran en conceptos borrosos. Lorentz falleció en 1927, año en el que Schrödinger mostraba al mundo su ecuación y el concepto de función de onda irrumpía con toda su fuerza.

Tomado de: http://revista-quanto.com/2011/06/grandes-cientificos-hendrik-antoon-lorentz/

GAUSS, Karl Friedrich

GAUSS, Karl Friedrich

(Brunswick, actual Alemania, 1777 - Gotinga, id., 1855) Matemático, físico y astrónomo alemán. Nacido en el seno de una familia humilde, desde muy temprana edad Karl Friedrich Gauss dio muestras de una prodigiosa capacidad para las matemáticas (según la leyenda, a los tres años interrumpió a su padre cuando estaba ocupado en la contabilidad de su negocio para indicarle un error de cálculo), hasta el punto de ser recomendado al duque de Brunswick por sus profesores de la escuela primaria.

El duque le proporcionó asistencia financiera en sus estudios secundarios y universitarios, que efectuó en la Universidad de Gotinga entre 1795 y 1798. Su tesis doctoral (1799) versó sobre el teorema fundamental del álgebra (que establece que toda ecuación algebraica de coeficientes complejos tiene soluciones igualmente complejas), que Gauss demostró.

En 1801 Gauss publicó una obra destinada a influir de forma decisiva en la conformación de la matemática del resto del siglo, y particularmente en el ámbito de la teoría de números, las Disquisiciones aritméticas, entre cuyos numerosos hallazgos cabe destacar: la primera prueba de la ley de la reciprocidad cuadrática; una solución algebraica al problema de cómo determinar si un polígono regular de n lados puede ser construido de manera geométrica (sin resolver desde los tiempos de Euclides); un tratamiento exhaustivo de la teoría de los números congruentes; y numerosos resultados con números y funciones de variable compleja (que volvería a tratar en 1831, describiendo el modo exacto de desarrollar una teoría completa sobre los mismos a partir de sus representaciones en el plano x, y) que marcaron el punto de partida de la moderna teoría de los números algebraicos.

Su fama como matemático creció considerablemente ese mismo año, cuando fue capaz de predecir con exactitud el comportamiento orbital del asteroide Ceres, avistado por primera vez pocos meses antes, para lo cual empleó el método de los mínimos cuadrados, desarrollado por él mismo en 1794 y aún hoy día la base computacional de modernas herramientas de estimación astronómica.

En 1807 aceptó el puesto de profesor de astronomía en el Observatorio de Gotinga, cargo en el que permaneció toda su vida. Dos años más tarde, su primera esposa, con quien había contraído matrimonio en 1805, falleció al dar a luz a su tercer hijo; más tarde se casó en segundas nupcias y tuvo tres hijos más. En esos años Gauss maduró sus ideas sobre geometría no euclidiana, esto es, la construcción de una geometría lógicamente coherente que prescindiera del postulado de Euclides de las paralelas; aunque no publicó sus conclusiones, se adelantó en más de treinta años a los trabajos posteriores de Lobachewski y Bolyai.

Alrededor de 1820, ocupado en la correcta determinación matemática de la forma y el tamaño del globo terráqueo, Gauss desarrolló numerosas herramientas para el tratamiento de los datos observacionales, entre las cuales destaca la curva de distribución de errores que lleva su nombre, conocida también con el apelativo de distribución normal y que constituye uno de los pilares de la estadística.

Otros resultados asociados a su interés por la geodesia son la invención del heliotropo, y, en el campo de la matemática pura, sus ideas sobre el estudio de las características de las superficies curvas que, explicitadas en su obra Disquisitiones generales circa superficies curvas (1828), sentaron las bases de la moderna geometría diferencial. También mereció su atención el fenómeno del magnetismo, que culminó con la instalación del primer telégrafo eléctrico (1833). Íntimamente relacionados con sus investigaciones sobre dicha materia fueron los principios de la teoría matemática del potencial, que publicó en 1840.

Otras áreas de la física que Gauss estudió fueron la mecánica, la acústica, la capilaridad y, muy especialmente, la óptica, disciplina sobre la que publicó el tratado Investigaciones dióptricas (1841), en las cuales demostró que un sistema de lentes cualquiera es siempre reducible a una sola lente con las características adecuadas. Fue tal vez la última aportación fundamental de Karl Friedrich Gauss, un científico cuya profundidad de análisis, amplitud de intereses y rigor de tratamiento le merecieron en vida el apelativo de «príncipe de los matemáticos».

Tomado de: http://www.biografiasyvidas.com/biografia/g/gauss.htm